Salir a la calle a probar el aire
y caminar sin rumbo
hasta cansarme.
Quiero fumar mirando el pasto,
sintiendo la briza en la cara
y el sol en los pies.
Quedarme en silencio,
que no lo interrumpan
esos vagos pensamientos
(tan aburridos)
de dudas sin sentido,
de angustias de navidad.
Olvidarme un rato
de que yo tapé la tierra con cemento
de que, tantas veces,
lastimo sin querer.
No juzgarme y dedicarme
exclusivamente a ser.
Sabio, como un árbol.
Recuperar lo perdido,
al menos un rato.
Dejar caer tantos pesos
para no volver a levantarlos.
Resetear la cabeza
hasta ser uno, con la nada.
Pero, puta madre,
se me rompió el encendedor...
Que lo parió.
lunes, diciembre 22, 2008
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