viernes, noviembre 10, 2006
Mi amigo Echeverry
Trabajo en una oficina.
Me gusta mi trabajo. El ambiente es tan bueno como pocas veces he visto.
De todos modos algo de mì siente lo antinatural en todo esto.
Planteos en mi cabeza que me aislan de la cultura actual.
Igual sonrìo y estoy contento con mi trabajo.
Parte de mi escape mental era Echeverry, mi buen amigo, mi buena suculenta.
Siempre fui un admirador de los cactus, pero esta suculenta fue un buen compañero.
Me miraba cuando nadie màs lo hacìa, cuando caìdo el sol hace rato y con la vista cansada seguìa tipeando sobre infinitas planillas de Excel.
Entre su eterno silencio y el mìo, nos entendìamos.
Ahora Echeverry està herido de muerte.
No sè si va a salir vivo y de verdad me pone triste.
Quizàs me recuerde a Homero o a Fìgaro, viejos amigos relegados al recuerdo.
Viejos compañeros de viaje que me dieron fuerza desde lo mìnimo de sus existencias.
Hay un minuto de tristeza en mi alma y una làgrima invisible.
Solo esperemos que todo salga bien...
Les dejo una foto de Echeverry en uno de sus buenos momentos, sobre el escritorio en el estudio...
Perdón por esta pausa. Es parte de mì. Hasta luego...
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