Ya no está blanca mi alma.
Sangre, lágrimas, mentiras, vicios,
rutina, pereversión, nostalgia
Los caminos están transitados
y nunca hubo mapas
y no va a haber.
Miro mis manos vacías
y extraño algo,
que ni siquiera recuerdo.
Bebo otro día de esta vida
a la salud del futuro,
que me atemoriza.
Quizás deba abrir las ventanas un poco más seguido.
O deba dejar de delirar
y vender mi alma al diablo
o aprender a sonreír mis penas
y a forjar sabios,
ágiles, estupendos,
barriletes.
Cavar la trinchera
y no entregarme a mis sombras,
disparar mis represiones,
debatirme con mis miedos,
mano a mano.
Matar o morir,
"de eso se trata".
Y sigo.
Nada.
Es más doloroso aún,
sabiendo que lo sé
seguir acá sentado,
dándole a las teclas,
dándoles, de mí,
lo poco que aún me queda.
Voy a romper mis cerraduras,
voy a violar a mi moral,
voy a reir hasta que duela,
y luego,
encontrar la paz.
Sangre, lágrimas, mentiras, vicios,
rutina, pereversión, nostalgia
Los caminos están transitados
y nunca hubo mapas
y no va a haber.
Miro mis manos vacías
y extraño algo,
que ni siquiera recuerdo.
Bebo otro día de esta vida
a la salud del futuro,
que me atemoriza.
Quizás deba abrir las ventanas un poco más seguido.
O deba dejar de delirar
y vender mi alma al diablo
o aprender a sonreír mis penas
y a forjar sabios,
ágiles, estupendos,
barriletes.
Cavar la trinchera
y no entregarme a mis sombras,
disparar mis represiones,
debatirme con mis miedos,
mano a mano.
Matar o morir,
"de eso se trata".
Y sigo.
Nada.
Es más doloroso aún,
sabiendo que lo sé
seguir acá sentado,
dándole a las teclas,
dándoles, de mí,
lo poco que aún me queda.
Voy a romper mis cerraduras,
voy a violar a mi moral,
voy a reir hasta que duela,
y luego,
encontrar la paz.